Para una buena alimentación

Consejos prácticos:

No debe abusarse de las frituras. (No más de 3 veces por semana)


Un vaso de leche puede reemplazarse por 30 gramos de queso o 1/2 yogur.


El queso puede comerse solo o en preparaciones (arroz, polenta, como relleno de pastas, en ñoquis de ricota, con dulce, untado en pan, etc...)


Hay que acostumbrar a los niños a tener horarios de comidas más o menos fijos y evitar que coman fuera de ellos.


Si un niño necesita comer entre comidas porque tiene hambre, se le ofrecerán alimentos nutritivos de fácil digestión: leche, fruta, yogur, queso, jugo cítrico recién exprimido, postre de leche...

Las infusiones de té, café, mate, son excitantes del sistema nervioso; deben ofrecerse en pequeña cantidad y siempre con leche.


Jamás se ofrecerán bebidas alcohólicas, ni siquiera en pequeñas cantidades pues es sumamente tóxico.


Las mejores bebidas para el niño son: agua potable, jugos de fruta naturales, caldos de compota, leche de vaca.


Una o dos veces por semana las carnes pueden reemplazarse por leche o quesos con cereales (ej: arroz con leche) o cereales con legumbres (ej: arroz con lentejas).


No ofrecer antes de los 2 años de edad los siguientes productos:
embutidos, golosinas, productos de copetín, salchichas, gaseosas, hamburguesas compradas (industrializadas), jugos artificiales, jamón cocido, chorizos, todo otro producto industrializado con composición desconocida.